sábado, 10 de abril de 2010

Con-Templo...


Cierro los ojos a menudo cuando hablo. Pero miro fijamente… con los ojos abiertos, medio cerrados o cerrados por completo. A menudo cierro los ojos quizás para concentrarme, para evadirme, para relajarme, para encontrarme conmigo misma. Mucha gente me lo ha reprochado, lo ha visto como signo de despiste, de estar en las nubes, de ser una persona insegura y sin consistencia. Parezco estar en la parra subida pero he llegado a hundirme en las profundidades del suelo…. Parezco etérea, aérea, eternamente sonriente, despistada, aniñada, desaliñada, dormida o dormilona pero cuidado…. Cuando abro los ojos bien abiertos, miro siempre directa al corazón. Mi mirada es tan intensa que a menudo tengo que cerrar los párpados para volver a mi esencia y que no me influya en demasía el exterior. En este mundo de miradas de través, miradas abiertas de par en par pero sin ser vivas ni inquietas. En este mundo donde lo único que importa es la productividad, la actividad, la competitividad… surge mi mirada en las nubes que parece no estar en el centro y sin embargo está anclada a la vida mágica, a aquellos detalles que sólo pueden percibir los que contemplan el mundo con ojos soñadores. Cierro los ojos para que la rutina no me capture. Cierro los ojos para que no me salpique la contaminación de la insensibilidad. Cierro los ojos para sentir el ala de la libertad. Cierro los ojos para poder escuchar la respiración de la calle y sus paseantes. Cierro los ojos para registrar los gestos sinceros y auténticos. Cierro los ojos pero te sigo viendo… Aunque los demás no lo sepan. Los abro de par en par cuando te tengo a mi lado en la cama y tú duermes profundamente. Y mis ojos se achinan más de lo normal para encontrar las arrugas de tu alma y así poder deshacerlas con mis dedos. Cierro los ojos y puedo ver de qué color es el viento, el color de todas aquellas palabras que nunca veo… Mi sueño siempre despierto. Mis ojos dormilones que lo observan todo sin provocar grandes olas, tan sólo pequeñas ondas que meciéndose van llevando el mundo que yo quiero hasta mi puerto….
Recordad, cierro y entrecierro los ojos, pero sigo viendo…

1 comentario:

  1. Sigue en las nubes...
    a veces pienso que no merece la pena bajar de ellas, ni abrir los ojos...

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